Según el especialista Rodrigo Balassiano, la integración entre los fondos de crédito y la digitalización de activos ha revolucionado la forma en que el mercado financiero estructura, distribuye y gestiona las inversiones. La tecnología aplicada a la tokenización, al registro distribuido y a la automatización de procesos convierte a los fondos de crédito en instrumentos más ágiles, seguros y accesibles. Esta evolución impacta directamente en la captación de recursos, la relación con los inversores y la eficiencia operativa, abriendo paso a un nuevo paradigma en las inversiones estructuradas.
¿Quieres saber cómo la tecnología está reinventando la forma de invertir y captar recursos? Sigue leyendo y descubre cómo la unión entre los fondos de crédito y la digitalización de activos está moldeando el futuro del mercado financiero.
¿Cómo están transformando los fondos de crédito y la digitalización de activos la estructura de las inversiones?
La combinación entre fondos de crédito y digitalización de activos ha permitido el surgimiento de modelos más eficientes para estructurar inversiones. A través de la tokenización, es posible representar digitalmente cuentas por cobrar, contratos y derechos crediticios, facilitando su incorporación en fondos y ampliando el abanico de activos disponibles. Como destaca Rodrigo Balassiano, esto no solo agiliza el proceso de conformación de carteras, sino que también permite una mayor fraccionamiento, lo que democratiza el acceso a la inversión en crédito privado para diferentes perfiles de inversores.

Otro punto relevante es la automatización de los flujos operativos. Con el uso de contratos inteligentes, la gestión de eventos como pagos, vencimientos, morosidad o transferencias entre partícipes se vuelve más rápida y confiable. Esto reduce los errores humanos, disminuye los costos operativos y aumenta la transparencia, factores esenciales para inversores institucionales y entes reguladores. La integración con blockchain y registros electrónicos también garantiza mayor trazabilidad y seguridad jurídica.
Además, la digitalización facilita el cumplimiento normativo y el monitoreo de los activos dentro de los fondos. Las plataformas digitales permiten la actualización constante y en tiempo real de los datos de las cuentas por cobrar, ofreciendo un mayor control sobre los riesgos crediticios. Esto fortalece la gobernanza de los fondos de crédito y brinda a los gestores herramientas más robustas para la toma de decisiones y la mitigación de riesgos. Como resultado, el mercado se vuelve más sólido, confiable y propenso a la innovación.
¿Cuáles son las ganancias operativas para gestores e inversores con esta transformación?
Para los gestores, la convergencia entre fondos de crédito y digitalización de activos representa importantes ganancias operativas. El tiempo de análisis, aprobación e inclusión de activos en las carteras se reduce drásticamente gracias a la estandarización de datos y la automatización de rutinas. La digitalización también permite una mayor integración entre los sistemas de gestión, auditoría y distribución, lo que simplifica las operaciones y reduce la necesidad de procesos manuales redundantes.
Desde el punto de vista de los inversores, los beneficios también son relevantes. La transparencia promovida por los sistemas digitales proporciona acceso directo a información sobre la composición de los fondos, el rendimiento de los activos y las políticas de crédito. Según el especialista Rodrigo Balassiano, esto eleva el nivel de confianza y compromiso de los partícipes, especialmente en un mercado cada vez más sensible a la gobernanza y a la sostenibilidad de las inversiones. Además, el acceso facilitado a través de plataformas digitales amplía la base de inversores, incluyendo a personas físicas y pequeños inversores.
¿Cuáles son los principales desafíos y precauciones en la integración de fondos de crédito y digitalización de activos?
A pesar de las ventajas, la implementación conjunta de fondos de crédito y digitalización de activos exige atención a ciertos desafíos estratégicos y regulatorios. El primero de ellos es la adaptación de las estructuras jurídicas existentes, ya que la tokenización de cuentas por cobrar aún enfrenta limitaciones legales en determinadas jurisdicciones. La falta de un marco regulatorio claro sobre activos digitales puede generar inseguridad para gestores e inversores, lo que exige un diálogo constante con los órganos reguladores y asesores especializados.
Por último, otro desafío importante es la interoperabilidad entre sistemas. Muchos fondos operan en plataformas heredadas que no se comunican con entornos digitales modernos, lo que puede comprometer la integración eficiente entre originación, custodia, distribución y monitoreo de activos. Como señala Rodrigo Balassiano, resolver esta brecha tecnológica requiere inversiones en infraestructura y capacitación de los equipos, lo que puede representar una barrera inicial para gestoras más pequeñas.
Autor: Elina Morozova